Ya son 6 años




 Hoy son 6 años, de aquella vez que deje mi hogar, que abrace a mis papás y a mi hermana, recuerdo ese día tan perfecto. 6 años que emprendí un viaje siendo una niña (aunque madura para mi edad) no lo suficiente para todo lo que me esperaría. Y es por eso porque son 6 años, que hoy decido hacer este breve resumen de lo que han sido estos años.

Recuerdo que cuando salí justo cuando iba casi llegando a los médanos, me dio de todo, escalofríos, comencé a sudar frío, con ganas de vomitar, ir al baño (hacer del 2), a temblar y literal de dio un mini soponcio, sin embargo, aunque no recuerdo cómo me calme, y viaje con la mentalidad de que era un viaje de paseo y que pronto estaría de vuelta. Pero, no todo fue así, me disfruté el viaje de Colombia incluso pedía permiso para irme de copiloto, para que los choferes me fueran contando de los sitios por donde pasabamos, mientras yo le contaba mis enormes ganas de salir adelante y de ayudar a mi familia que dejaba en Venezuela.

Pasamos Colombia y Ecuador muy lindo, pero terminando este último mi espalda ya comenzaba a doler por los 4 días de viaje que teníamos sin parar. No olvido que cuando llegamos a Perú todo fue un desastre, en Lima ni en el terminal nos dejaron sino en un callejón de mala muerte, y literal o nos robaban o nos metíamos a un motel a pasar la noche, y esperar el amanecer para poder ver en que parte de la ciudad estábamos y poder llegar al terminal para por fin despues llegar a Chile, para este entonces ya lloraba por el dolor de espalda, pero no podía flaquear.

Cruzamos a Chile, y aquí comenzaba lo bueno, un recorrido ultra largo hasta llegar a Conce un viaje aunque muy resumido sin duda, sin Dios (primeramente) y sin Joseglys ni Orlando hubiera sido lo que fue, (chicos gracias por embarcarse en esta aventura junto a mi).

En mi locura se me ocurrió venirme en diciembre, y obvio esas fiestas fueron duras, aunque gracias a unos hermosos amigos hoy en día familia, pudo ser un poco mejor. Conseguí trabajo muy rápido y en una distribuidora, trabajo que gracias a Dios me permitió conocer todo el sur de Chile, porque constantemente me tocaba viajar, aprendí de vinos, de productos de aquí, hacer negocios con supermercados y mis primeros contactos con personas chilenas, (anédcota fui la primera extranjera que contrataron).

Ahí estuve un año y luego me fui a una constructora a trabajar en la parte de contabilidad, crecí laboralmente hablando y con 25 años ya era encargada de compras de muchas obras del sur de Chile, y hoy digo gracias EPA por enseñarme tanto de construcción (conocimiento que pude aplicar en este trabajo y que me llegó a lograr puestos como los que tuve). Pero este trabajo llegó a ser desgastante mentalmente hablando, porque trabajar con gente en construcción es bien difícil.

 

 Así que decidí agarrar el camino de la libertad laboral (por así decirlo) y me fui a hacer deliverys en bicleta, este trabajo (en pandemia) daba muy buen dinero, pero el desgaste físico era de locos, en la calle siendo honesta se aprende mucho y uno ve muchas cosas, aunque me ayudaba a mantenerme con buen físico no era lo mío, disfruto y me encantar andar en bici pero por paseo no de trabajo (y la verdad no creo que sea un trabajo que elegiría nuevamente, pero que si toca ps se hace).


Navidad del 2020 dije no más y me fui a trabajar en un minimarket, ahí estuve todo el año 2021 hasta que me aburrí de atender gente, (en ese momento no tenía tanta paciencia como ahora), y le pedía a Dios por un trabajo que es el que tengo hoy en día en una oficina contable, echando números como me gusta y ahí ya son 2 años en este próximo enero.




En ese proceso tuve una relación amorosa que salió de la patada y que aja hay que asumir las consecuencias de los actos, pero a pesar de mis errores de los altos y los bajos (que obvio) podría escribir un libro entero con todo lo que he vivido estos años, sin duda alguna puedo decir que lo mejor que me ha dado ha sido poder conocer realmente de Cristo. Y que como todo ha sido un aprendizaje (bastante movido), pero que hoy con la madurez y el entendimiento agradezco muchísimo y la disfruto enormemente, que pensando sin Dios no pudiera estar escribiendo esto, a decir verdad no tengo tanta fuerza ni tanta valentía como muchos creen que tengo, no he sido yo, ha sido Dios en mi, porque la Maryoles en esencia sigue siendo la misma que llora por todo, le dan esos arranques de hacer locuras y que es muy radical cuando se determina por algo.

Son 6 años que no abrazo a mis papás ni a mi hermana, donde se que a ellos les ha tocado una parte difícil de este caminar, pero como cada día anhelo verlos, abrazarlos y poder disfrutar nuevamente con ellos, pero se que Dios en sus grandes planes ya nos tiene el día preparado para ese reencuentro, por mientras oro a Dios en todo tiempo para que los fortalezca y podamos comprender su soberanía, y el porqué ha pasado tanto tiempo y no nos hemos podido ver.

Gracias a todos los que han leído hasta aquí, gracias por cada mensaje que me enviaste en estos años para saber como estaba, para darme una palabra de apoyo y para recordarme de algún momento que vivimos juntos, la verdad es que es como gasolina para mí, porque es duro y dificil este camino de migrar, y si tienes a un familiar lejos no dejes de escribirle, y como sugerencia no le preguntes cuando vuelve a Venezuela, honestamente ocultamos muchos problemas que pasamos y esa pregunta es una daga al corazón, de una herida que demora en sanar por la cantidad de emociones que implica y que no ha sido por no querer ir, estar aquí lejos solo sin familia (como es mi caso) es duro, mejor esperen a que uno les toque el tema.

Gracias por formar parte de mi historia, gracias por darme ánimo aún cuando ni lo imaginaste, gracias por tu tiempo por leerme y por acompañarme en este caminar.



La vida continúa, anhelando abrazar a mis papás y a mi hermana, hoy soy reconozco lo fuerte y valiente que he sido, pero no porque yo así haya sido, sino porque ha sido Dios transformando, primeramente mi carácter para ser la mujer que Él quiere que sea. Aún falta mucho por vivir, pero gracias Dios por cada día vivido y por los que faltan, gracias por la fuerza, la valentía, el coraje y el valor que has formado en mi. Gracias Dios por permitirme vivir, crecer, madurar y reconocer que tus planes siempre serán mejor que los míos.

Comentarios

Entradas populares